Diario Bélgica 1/8: Llegada a Bruselas y primer contacto con la ciudad

La llegada a Bélgica como no suele ser de otra manera fue pasada por agua. Para ir del aeropuerto a cualquiera de las estaciones de la ciudad basta con tomar un metro, aunque las colas en las máquinas eran interminables. Mi llegada a Bruselas tampoco fue fácil, me equivoqué al salir de la estación y 1 hora después de preguntar a toda la policía de Bruselas por mi hostel bajo el diluvio universal llegué a mi alojamiento, el Brxxl5 City Centre Hostel, un enorme edificio a menos de diez minutos de la estación Gare Du Midi.

Recorrido por Bruselas.

Una vez me duché y me cambié de ropa, tenía mojados hasta los calzoncillos caminé hasta un kebak cercano donde comí y de ahí comencé a dar un paseo por una ciudad que me encanta. Lo primero que aprecias paseando por Bruselas es lo que aman los comics, con ilustraciones en múltiples paredes.

1.- Iglesia de San Nicolás de Bruselas.

A pesar de lo grande de la ciudad, es relativamente tranquila, y puedes disfrutar de muchos edifcios de gran belleza, y el primero de los que tuve la oportunidad de disfrutar fue la Iglesia de San Nicolás (The Saint-Nicolas Church / De Sint-Niklaaskerk). Esta pequeña capilla ha sufrido múltiples desperfectos y aunque la iglesia original se terminó en 1381, ha sido restaurada en varias ocasiones siendo la última en 1954-1956.

2.- 250 Beers Belgium.

Continuando el paseo descubrí una tienda genial para los amantes de las cervezas, 250 Beers Belgium, un paraíso para los amantes de zumo de cebada.

3.- Grand Place de Bruselas.

Finalmente llegué a la Grand Place de Bruselas, posiblemente una de las plazas más bonitas del mundo, cuyos edificios fueron restaurados tras ser destruidos en 1695 por el ejército francés. En la plaza está el Ayuntamiento de Bruselas, Hotel de Ville, Maison du Roi, Maison des Ducs de Brabant, Le Pigeon, Le Renard, Le Cornet y Le Roy d´Espagne.

Además, a unos metros del ayuntamiento encontraréis una estatua de bronce en honor a Everad´t Serclaes, ejecutado en el Siglo XIV mientras defendía Bruselas. Dice la leyenda que tocar su brazo da buena suerte (veréis a todos los turistas haciéndolo, yo también claro). Ya de paso, disfruté de uno de los manjares que ofrece Bélgica, sus gofres.

4.- Notre Dame du Sablon.

A pesar de la lluvia, quería seguir disfrutando de la ciudad por lo cual continúe caminando por sus calles hasta llegar a Notre Dame du Sablon, (The Our Lady of the Sablon Church), una de las iglesias góticas más bonitas que he visto, del año 1304.

5.- Parc du Palais d’Egmont.

Muy cerca de la iglesia encontré Parc du Palais d’Egmont (Le parc d’Egmont / The Egmont Park), un pequeño pero bonito y relajante, con una preciosa fuente en su interior.

6.- Palacio de Justicia.

Desde aquí y tras haber descansado un rato, caminé hasta el mirador del Palacio de Justicia (Palais de Justice), no se obtienen unas vistas espectaculares pero merece la pena acercarse a él, sobre todo visitar el propio palacio.

El día había terminado para mi, la lluvia había cesado, pero me temía que me acompañaría durante todo mi viaje por el país belga.