Diario Cataluña 1: Las fuentes mágicas de Montjüic

Una vez más vuelvo a Barcelona, la tierra donde nací. En este viaje mi objetivo principal es conocer algunos rincones de la ciudad aún no visitados y además, visitar las ciudades de Girona y Tarragona, así como descubrir Montserrat. Quedan pocas horas para terminar el día y estoy muy cansado, pero esta noche quiero disfrutar del espectáculo de las fuentes mágicas de Montjüic.

Plaza Espanya desde el Centre Comercial Arenes de Barcelona…

Dejó la maleta en el Alberguinn Youth Hostel, elegido por su cercanía a la Estación de Sants. Camino tranquilamente dejando a mi derecha el Mercat d’Hostafrancs, un bonito edificio, mercado centenario de la ciudad condal inaugurado en 1888.

Tras caminar unos minutos por esta calle comercial llego por fin a Plaza Espanya. Totalmente masificada por los turistas es imposible moverte con libertad, pero es algo habitual en ciudades con mucho turismo. Lo primero que aprecio es el enorme tamaño de la plaza (la 2ª de España tras la plaza de España de Madrid).

Subo a la azotea del Centre Comercial Arenes de Barcelona, que en otra época fue una plaza de toros (se puede subir en ascensor pagando o entrar al centro y subir por las escaleras mecánicas de forma gratuita). Camino alrededor de la cúpula descubriendo Barcelona en 360 grados.

Fotografío una y otra vez sin poder parar la estampa que conforman la plaza la Fuente Monumental, las Torres Venecianas y al fondo el Museo Nacional de Arte de Cataluña (con las fuentes delante).

Bajo tras disfrutar de una bella panorámica, camino hasta llegar a lo alto del museo, multitud de vendedores intentar que compre un palo selfie de plástico (cuanto daño han hecho los selfies en el mundo). Me tomo una cerveza adquirida a uno de los múltiples vendedores que deambulan por la zona y busco un sitio donde esperar. Las escaleras, maceteros, esculturas, etc están ya poblados de gente y aún falta casi 1 hora para el espectáculo.

Comienza el espectáculo de las fuentes mágicas de Montjüic

La oscuridad cubre el cielo de la ciudad condal, la música empieza a sonar, todo se detiene a mi alrededor, la gente que antes provocaba un tremendo ruido enmudece, las fuentes comienza a propulsar agua hacia el cielo infinito. Una serie de canciones actuales marcan el ritmo del agua que cambia de fuerza y color.

El show ha empezado, es imposible retirar la vista de la gran fuente. Hago malabarismos para intentar encontrar una buena posición desde la cual captar ese momento mágico, ese instante en el cual las fuentes mágicas de Montjüic cobran vida propia y sumergen al espectador en una función audiovisual que cautiva al público. El viaje acaba de empezar pero el show ha terminado por hoy.