Diario Norte-Centro España 3/8. Luarca y su premio nobel, Severo Ochoa
Hoy el día sale soleado, sin apenas posibilidad de lluvia, lo que me permite disfrutar de una nueva jornada viajera que me llevará a la bella ciudad costera de Luarca. Si queréis saber ¿Qué ver en Luarca en un día? seguir leyendo este post.
¿Qué ver en Luarca en un día?
1.- Capilla de la Virgen Blanca de Luarca.
Con muchas energías comienzo a subir una carretera con bastante pendiente donde mi mayor temor es que en alguna curva algún coche me lleve por delante. Por fin tras una dura subida llego a este templo blanco del siglo XIV, que posteriormente fue reformado en el siglo XVIII. Como curiosidad indicar que una luz del campanario (pagada por los marineros) servía de faro a estos. Antiguamente era el punto de partida de la procesión que bendecía las olas en días de tormenta.
2.- Faro de Luarca.
Data de 1862 y está formado por una vivienda con un techo de pizarra y y una torre cuadrada con la linterna. Se dice que miembros del Gremio de Mareantes se encargaban de encender fuegos que sirvieran de orientación a las embarcaciones.
3.- Cementerio de Luarca.
Cercano a la capilla, se encuentra este cementerio de principios del siglo XIX, «famoso» por 2 razones: su localización, en la Portilla (en la parte más alta de La Atalaya) desde el cual se puede ver el mar y también por estar enterrado el premio nobel de medicina en 1959, Severo Ochoa (me llamó la atención la humildad y la disposición de su tumba, situada en un punto normal de recinto y muy humilde).
4.- Cañones del Puerto de Luarca.
A los pies del cementerio, bajando tan solo unos metros, se encuentras varias piezas de artillería utilizadas en su día para proteger uno de ls puertos más importants del Principado de Asturias de las flotas enemigas. También podemos observar desde aquí diversos puntos de interés de la costa: muelle nuevo, playa primera, jardines de la Fonte Baixa, playa segunda y la playa de Salinas.
5.- Mesa de Mareantes.
Muy cerca del cementerio y tras bajar unas escaleras, a mi derecha veo este recinto de 1959, donde hay una mesa de pizarra con un panel semicircular del escultor y pintor asturiano Goico Aguirre, que muestra una reunión de maestres de naos del siglo siglo XV.
En una pared al lado derecho de la mesa separada por una pequeña carretera podemos disfrutar también de 14 paneles construidos con cerámica de Talavera que describen escenas históricas y legendarias de la historia de esta villa del siglo IX al XIX.
6.- Barrio del Cambaral.
Comienzo a bajar en dirección al puerto caminando entre el laberinto que forman las casas de pescadores que forma el hermoso barrio del Cambaral. Antiguamente dichos pescadores se dedicaban a la caza de ballenas en el mar Cantábrico.
Dice la leyenda que el nombre de Cambaral proviene del pirata barberisco del mismo nombre que fue un peligroso enemigo de la flota luarquesa, pero realmente viene del termino asturiano «cámbaru», especie de cangrejos que se encontraban adheridos a los muros del puerto.
7.- Puerto de Luarca.
Recorro el paseo que bordea el puerto, disfrutando de sus bellas y pequeñas embarcaciones, camino hasta el final donde puedo sentir como olas de pequeño tamaño golpean la piedra. Al rodear de nuevo el puerto levanto la cabeza para disfrutar de la arquitectura del barrio anteriormente mencionado con sus casitas de colores.
8.- Puente del Beso.
De regreso al centro urbano de la localidad me detengo en este puente medieval que permite acceder a la zona de las playas de Luarca. Hay toda una leyenda en torno a este puente, dicen que la hija del señor de La Atalaya y el pirata Cambaral se enamoraron y se fugaron. Pero el noble los descubrió y cortó la cabeza de ambos durante su último beso en el lugar donde se edificó años después este puente.
9.- Ayuntamiento de Luarca.
Termino mi recorrido en la Plaza de Alfonso X El Sabio donde destaca sobremanera su ayuntamiento, un edificio de colores blancos con detalles verdes, de estilo ecléctico. Es obra del arquitecto Manuel del Busto y llama la atención las curvas de la parte central del elemento, así como la ventana trífora, del prerrománico asturiano.