¿Qué ver en Sigüenza? La Defensa de los Reinos Cristianos y Musulmanes.
Sigüenza es una ciudad histórica situada en la provincia de Guadalajara, en España. Su historia se remonta a tiempos prehistóricos, habiendo sido habitada por diversas culturas a lo largo de los siglos. Durante la época romana, se estableció una importante ciudad llamada Segontia, de la cual todavía se conservan restos arqueológicos. Sin embargo, fue durante la Edad Media cuando Sigüenza adquirió gran relevancia como sede episcopal y punto estratégico en la defensa de la frontera entre los reinos cristianos y musulmanes. ¿Qué ver en Sigüenza?
¿Qué ver en Sigüenza?
La ciudad experimentó un importante crecimiento y desarrollo durante los siglos siguientes, con la construcción de la imponente Catedral de Sigüenza, que se convirtió en un símbolo del poder eclesiástico en la región. A lo largo de los años, Sigüenza ha conservado su encanto medieval, con calles empedradas, murallas y numerosos edificios históricos. Hoy en día, la ciudad es un popular destino turístico que atrae a visitantes que buscan sumergirse en su rica historia y disfrutar de su impresionante patrimonio arquitectónico.
1.- Catedral de Sigüenza.
Monumento de gran importancia, esta majestuosa catedral comenzó su construcción en el siglo XII, por orden del obispo Don Pedro de Leucata. Es un magnífico ejemplo de arquitectura cisterciense o del primer gótico, y su estilo predominante corresponde a la época de transición del románico al gótico.
Dedicada a la Virgen María, la catedral es conocida como la «Notre Dame» española. A lo largo de los años, ha sido objeto de restauraciones para preservar su esplendor original. En este sentido, se han restaurado sus valiosos tapices, añadiendo aún más belleza a su interior. Al explorar la catedral, podrás admirar su impresionante arquitectura, con sus altas bóvedas, elegantes columnas y hermosas vidrieras que llenan el espacio de luz y color.
2.- Plaza Mayor.
Construida en el siglo XV por el cardenal Mendoza, esta plaza cautivadora surgió tras el derribo de un tramo de la muralla para crear un nuevo espacio abierto. La plaza está rodeada de soportales en sus lados este y sur, y alberga el Palacio del Ayuntamiento, casas de canónigos y caballeros, así como una serie de casa-palacios renacentistas con arcos conopiales, amplias puertas de entrada y balcones galerías. En el extremo oriental, la Puerta del Toril conecta con el paseo de la Ronda y el puente sobre el arroyo del Vadillo.
3.- Arquillo de San Juan.
El Arquillo de San Juan es una de las puertas originales de las murallas románicas del siglo XIII de la ciudad. Originalmente separó el barrio judío y el barrio musulmán. Es un monumento histórico y turístico de la ciudad, junto con las murallas medievales que aún quedan en pie y varios tramos de interés, torreones, pasadizos para conectar zonas extramuros y puertas de acceso a la ciudad.
4.- Arco del Portal Mayor.
Es uno de los accesos antiguos a la ciudad, datado en el siglo XIV. Es el principal acceso a la ciudad de la muralla gótica del siglo XIV, alzada para proteger la ampliación occidental de la ciudad. El arco cuenta con la imagen de la Virgen de la Victoria. Se encuentra en la travesaño alta después de la Iglesia de San Vicente y la plazuela de la cárcel. El Portal Mayor era el acceso principal de los 9 que tenía la ciudad en el siglo XV, reemplazando a la Puerta del Hierro que pasaba a ser interior al recinto amurallado.
5.- Puerta del Hierro.
La más imponente de todas las puertas que se abrían en las murallas románicas de Sigüenza. Situada en la parte más elevada de la ciudad, entre la Plazuela de la Cárcel y el Castillo, esta puerta fue en su momento la entrada principal a la ciudad.
La Puerta del Hierro destaca por su majestuosidad y su ubicación estratégica. Al atravesarla, podrás sentirte transportado en el tiempo y revivir el esplendor de Sigüenza en épocas pasadas. Es un testimonio histórico de la importancia defensiva que tuvo la ciudad y te ofrece una visión fascinante de su arquitectura medieval.
6.- Plazuela de la Cárcel.
Durante la Edad Media, esta plaza se convirtió en la Plaza Mayor de la época, albergando los edificios civiles más importantes de aquel entonces, como el Ayuntamiento, la antigua cárcel y la posada del Sol. Sorprendentemente, estos edificios han resistido el paso del tiempo y todavía se conservan en la actualidad.
La Plazuela de la Cárcel era el escenario del famoso mercado de la ciudad, que se celebraba en las cercanías de la Puerta del Hierro. Esta ubicación estratégica permitía un rápido traslado de mercancías, ya que se encontraba cerca del barrio judío, donde vivían los comerciantes. Gracias a esto, la Plazuela de la Cárcel se convirtió en el animado centro medieval de la localidad.
7.- Iglesia de San Vicente Mártir.
Joya románica del siglo XII que comparte similitudes estéticas con la Catedral, construida en la misma época. Junto a esta iglesia y la Iglesia de Santiago, forman un interesante triángulo de templos románicos en la ciudad.
La Iglesia de San Vicente presenta una planta de una sola nave con un ábside recto, y cuenta con un campanario de factura moderna que se suma a su encanto. Un elemento destacado es su hermoso pórtico, decorado profusamente con arquivoltas. La iglesia se encuentra encastrada en el tejido urbano de la ciudad, flanqueada por edificios civiles en todos sus lados.
8.- Casa del Doncel.
Su construcción se inició en el siglo XIII y se encuentra en pleno Casco Antiguo, rodeado por el primer recinto amurallado de la ciudad. Esta edificación consta de tres pisos, además de un semisótano y un sótano, y su estructura se organiza en tres crujías. La fachada principal, con su característico estilo almenado, mira hacia el sur y domina la pequeña Plaza Vieja o del Doncel.
La Casa del Doncel fue la residencia de la familia de Martín Vázquez de Arce, conocido como el Doncel, así como de las familias de Vázquez de Arce y Sosa y los Marqueses de Bedmar. Hoy en día, la Casa del Doncel alberga un pequeño pero fascinante museo en el centro medieval de la ciudad.
9.- Iglesia de Santiago.
Hermoso ejemplo de arquitectura románica, esta iglesia fue construida en el siglo XII por el obispo Don Cerebruno y consta de una sola nave. La fachada de la Iglesia de Santiago evoca la imagen de un templo romano y ha sufrido daños durante la Guerra Civil Española. Actualmente, se encuentra en proceso de restauración para preservar su belleza y autenticidad. A pesar de los daños sufridos, la iglesia sigue siendo un lugar popular para celebrar bodas íntimas, gracias a su encanto y ambiente acogedor.
10.- Puerta del Toril.
También conocida como la Puerta de la Cañadilla, se encuentra en la parte baja de la Plaza Mayor y recibió su nombre por la ubicación de los toriles extramuros, donde se celebraban corridas de toros.
11.- Palacio de los Infantes.
Este magnífico edificio, construido en el siglo XVIII, fue originalmente utilizado como colegio para los niños del coro de la catedral. Una de las características más destacadas del Palacio de los Infantes es su encantador patio, con su elegante diseño y cuidados detalles. Aquí podrán apreciar la belleza de la arquitectura barroca.
La portada del palacio también merece especial atención. Está decorada con metopas que exhiben bajorrelieves esculpidos de carácter musical. Estas representaciones artísticas hacen referencia a la importancia de la música en la vida de los niños del coro y añaden un toque distintivo a la fachada del edificio. Ubicado en el callejón de los Infantes, en el pintoresco Barrio de San Roque.
12.- Ermita de San Roque.
Es el edificio más antiguo del barrio barroco de Sigüenza y el que le da nombre. Es un pequeño templo de una nave al que se accede a través de un atrio protegido por rejas, que actualmente ha sido reformado para funcionar como sala de conciertos y exhibiciones. La ermita es de estilo neoclásico y fue construida a principios del siglo XIX. San Roque es el patrón municipal de Sigüenza y se celebran fiestas populares en su honor a mediados del mes de agosto.
13.- Castillo.
Palacio-fortaleza situado en el municipio español de Sigüenza, Guadalajara. Fue construido en el siglo XII para servir como palacio-fortaleza y residencia de los obispos que fueron señores de la ciudad durante siete siglos. En la actualidad, el castillo ha sido restaurado y habilitado como Parador Nacional de Turismo, conservando su espíritu altomedieval.
