Convento de los Jacobinos, y su palmera de 11 brazos
Si vas a viajar a Francia y decides visitar Toulouse, es obligatorio visitar el Convento de los Jacobinos, y a lo largo del post verá por qué te lo recomiendo.
Convento de los Jacobinos
Historia del Convento de los Jacobinos
Su construcción no fue fácil, comenzando en 1230 (por orden del fundador de la Orden de los Predicadores, Domingo de Guzmán.) terminando entre el siglo XIII y XIV. Napoleón utilizó el templo como cuartel de caballería que se mantuvo como tal hasta el año 1865 que pasó a manos de la alcaldía de la ciudad. En el año 2015 se restauró de forma completa.
Además, cabe destacar que los restos del ilustre teólogo y filósofo Santo Tomás de Aquino se depositaron en este recinto en 1369, se trasladaron posteriormente a la Basílica de San Sernín y con motivo del 7º centenario de su fallecimiento se recuperaron en 1974.
Arquitectura del Convento de los Jacobinos
Nos encontramos ante un edificio que representa la arquitectura languedociana, con una estructura de gran belleza construida con el ladrillo rojo característico de la ciudad. Nada más entrar, nuestros ojos y nuestra cámara miran hacia 2 elementos: las vidrieras y «La Palmera», una columna estrellada de 11 brazos que aguanta de forma asombrosa la bóveda de 28 metros de altura.
Salimos al claustro, donde la paz nos envuelve, gracias a la armonía que forman los jardines y las columnas de mármol. Caminamos por sus pasillos visitando la sala capitular (lugar en el cual los monjes realizaban sus asambleas), la sacristía, la capilla de San Antonin (con sus murales del siglo XIV) y el refectorio (donde celebraban banquetes y actualmente sede de algunas exposiciones).
- Precio entrada regular: 4€
- Los lunes el convento se encuentra cerrado.
- Resto de días. 10h-18h.