Diario Polonia 1/6: Varsovia, Castillo Real y Museo Alzamiento
Llegué a Varsovia la noche anterior, aterrizando en el aeropueto Moddlin (es un aeropuerto secundario, reciente, en la ciudad de Nowy Dwor Mazowiecki a 40 km de Varsovia). Tomé un autobús desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad (hace la parada enfrente del Palacio de la Cultura y la Ciencia). Para llegar a Varsovia, como podeis comprobar en GoEuro, también podemos aterrizar en el aeropuerto principal, Varsovia-Chopin, se trata del aeropuerto más grande de Polonia y está a tan solo 10 kilometros del centro, se puede coger tanto el autobús como trenes que paran en las principales estaciones de la Capital. Uno de los elementos más destacados de la visita será el Castillo Real de Varsovia.
Descansé en el que iba a ser mi alojamiento, el Warsaw Downtown Hostel, un hostel bien situado, en la avenida principal de la ciudad, cerca de una parada de tranvía y a pocos minutos de la parada de metro y de la estación de trenes.
Mi primera visita en la ciudad fue el Castillo Real de Varsovia. Como me levanté temprano, desayuné y decidí ir caminando a pesar de que se encuentra muy alejado a pie, pero como faltaba mucho para la apertura tomé esa decisión. Llegué a la Plaza Zambowy, con edificios coloridos y la Columna de Segismundo, y me encontré con el palacio cerrado (abrieron con una hora de retraso). La entrada por ser domingo era gratuita, se accede por el lateral derecho.
La visita me gustó mucho, el castillo es enorme, y posee una elevada cantidad de salas de gran belleza y tamaño. Cuadros, esculturas, bustos, lienzos, y todo tipo de mobiliario te trasladan a otra época.
Al salir caminé hacia la derecha y visité la iglesia de Santa Ana, sencilla y pequeña pero muy bonita tanto por fuera como por dentro. Desde allí en sentido contrario llegué a la Plaza de la Ciudad Vieja con el icono de la ciudad en el centro, la estatua de la Sirena. La plaza es fantástica, y está rodeada de casas de una altura sorprendente, mezcla de varios estilos y colores.
Comencé a callejear por las bonitas calles de Varsovia hasta llegar a La Barbacana, una especie de construcción defensiva. De ahí caminando llegué hasta la Catedral castrense del Ejército Polaco, donde me quedé sorprendido por la cantidad de placas en su interior en memoria a los caídos por la patria, y justo enfrente del edificio, encontré el enorme y bonito Monumento al Levantamiento de Varsovia.
Desde ahí y tras otro paseo bajo un potente sol llegué hasta la Plaza Nueva de Varsovia, donde visité la iglesia de San Casimiro, un tempo barroco de color blanco por fuera y dentro.
Regresando a la zona inicial de mi partida de esta mañana, la plaza Zambowy, continué caminando por Krakowskie Przedmieście, el inicio del Camino Real que sale de la propia plaza, y en mi recorrido pude contemplar el Monumento a Adama Mickiewicza, poeta polaco que inició el romanticismo, y a la guardia en el Palacio Radziwill.
De camino a la estatua de Nicolás Copérnico, visité la iglesia de la Santa Cruz y la iglesia de San José del Visitationists. Comí y di un larguísimo paseo (podría haber cogido el metro) hasta llegar al increíble y gigantesco Museo del Alzamiento de Varsovia, un edificio de ladrillo rojo, y una visita obligada en la ciudad.
Mi primera jornada turística en Varsovia terminó descubriendo el parque Lazienki, un pulmón verde al sur de la ciudad, en el cual encontré un palacio sobre el agua y un anfiteatro que hicieron que el esfuerzo final del día mereciera la pena.
Si aún no tienes claro si elegirás Varsovia como próximo destino disfruta del siguiente vídeo antes de tomar una decisión final.