¿Qué ver en Bonilla de la Sierra? El pueblo de la Procesión de los Negros.
Cuando llegas a este minúsculo pueblo que cuenta con unos 130 habitantes, el silencio te rodea continuamente, aunque invita a descubrir algunos pequeños y hermosos rincones. ¿Qué ver en Bonilla de la Sierra?
¿Qué ver en Bonilla de la Sierra?
Aparte de sus construcciones arquitectónicas, algo que me llamó la atención fue la costumbre que se realiza en Semana Santa, entre jueves y viernes donde 3 penitentes vestidos con túnica y capucha negra con instrumentos en sus manos, lo cuales tocan de forma repetitiva, recorren todo el pueblo.
1.- Plaza Porticada.
La plaza mayor es de forma rectangular, y es el núcleo principal de la pequeña población. Casas de fachada castellana se elevan en algunos casos sobre soportales corridos adintelados. Como curiosidad, en esta plaza se corrían toros los días de San Toribio y San Juan.
2.- Iglesia Colegiata de San Martín de Tours.
Este templo de finales del siglo XV se construyó aprovechando el cuerpo de una torre de una iglesia anterior, por este motivo si nos fijamos, la iglesia presenta una planta irregular. Posee una única nave, y destaca en el exterior el conjunto de pináculos piramidales, con la presencia de gárgolas. En la puerta lateral podéis ver el escudo de Juan de Carvajal, obispo de Plasencia.
3.- Castillo-Palacio de Bonilla.
Los obispos de Ávila fueron los señores de Bonilla de la Sierra a partir del siglo XIII y ocuparon este castillo cuyo origen data del siglo XII. Aprovecharon el conjunto defensivo que conformaban dicho castillo, la muralla y la torre de la iglesia. El castillo sufrió reformas entre los siglos XIV-XVI.
4.- Pozo de Santa Bárbara.
En los siglos XII-XIII, este pozo/aljibe tenía como función abastecer de agua a la población en caso de que hubiera un asedio. Gracias al tamaño de su acceso en cuesta se recogía gran cantidad de agua de la lluvia y del manantial. Podéis abrir la puerta de hierro y bajar hasta abajo, pero cuidado porque las escaleras llegan a la propia agua.
5.- Puerta de Piedrahita.
La localidad tenía una muralla que rodeaba su más de 1km de perímetro y permitía el acceso a través de 4 puertas: Piedrahita, Villafranca, Ávila y El Mirón. Solamente se conserva este acceso con doble arco ojival. En su origen, primera mitad del siglo XIV tenía embutido el escudo de armas de D. Sancho Blázquez Dávila.